Impacto de la Contaminación Atmosférica en la Salud Respiratoria
M.C. Juan Valente Mérida Palacio
Alergólogo – Pediatra
Introducción:
“El aire limpio es un requisito básico para la salud y el bienestar de los humanos, su contaminación sigue representando una amenaza importante para la salud en todo el mundo”. (1)
A pesar de las regulaciones para controlar la contaminación atmosférica en los diferentes países del mundo, los estudios epidemiológicos continúan mostrando asociación entre los efectos adversos a la salud de los contaminantes intra y extramuros; estos efectos adversos suceden a concentraciones del contaminante mucho menor que los encontrados en los peores desastres de contaminación reportados, y en algunos estudios a concentraciones cercanas o menores a los estándares nacionales incrementando las tasas de morbilidad y mortalidad humanas. (2)
De acuerdo a la evaluación de la Organización Mundial de la Salud (O.M.S.), la carga de la enfermedad debida a la contaminación del aire, son más de dos millones las muertes prematuras que se pueden atribuir cada año a los efectos de la contaminación del aire en espacios abiertos urbanos y espacios cerrados (producida por la quema de combustibles sólidos), siendo más de la mitad de esta carga en países en vías de desarrollo. (1,2); y no es de sorprender que el sistema respiratorio y cardiovascular sean los blancos iniciales de estos agentes tóxicos inhalados.
El sistema respiratorio es una de las interfases más importantes del organismo con el medio ambiente exterior, y enfrenta la responsabilidad de manejar y desintoxicar los gases y partículas inhaladas; debe de controlar y expresar los mecanismos inflamatorios que preservan sus funciones primarias, mientras lo protege de la invasión de agentes externos infecciosos, antígenos y tóxicos. (3)
La vía respiratoria baja tiene una gran superficie expuesta al medio ambiente exterior de aproximadamente 100 m2 en el adulto (3,4); esta gran superficie sirve de base para el intercambio gaseoso con la barrera tisular que separa la superficie aérea del lecho vascular capilar, cuyo espesor varia de 0.36 a 0.2 µm. Una distribución equilibrada y uniforme tanto del gas como de la sangre través de la superficie alveolar es un requerimiento fundamental para optimizar el intercambio gaseoso. Las reacciones inflamatorias de la vía aérea que alteran la distribución de gas, las condiciones inflamatorias en la vasculatura pulmonar que afectan la distribución sanguínea, y los procesos inflamatorios que alteran las paredes alveolares, de la delicada membrana alveolo-capilar, todas tienen efectos adversos profundos en la función pulmonar. (3)
El aire inhalado contiene un gran número de partículas de diversos orígenes, pólenes, proteínas animales y vegetales, polvos inorgánicos, materiales de la combustión tanto industrial como de auto-transporte, de tabaquismo activo o pasivo; algunos gases y partículas son procesados o eliminados por la vía respiratoria alta, en donde el flujo de aire facilita la reacción gaseosa con la interfase mucosa y el depósito de partículas sobre la delgada cubierta muco-serosa de la nasofaringe. La acción ciliar desplaza al moco con el material particulado a la faringe posterior, en donde es deglutido y excretado a través del tracto gastrointestinal.(3)
Los gases reactivos y el material particulado que alcanzan el árbol traqueo-bronquial, también reaccionan o se depositan sobre la cubierta muco-serosa con la turbulencia del flujo del aire en las ramificaciones bronquiales, provocando el depósito en ese nivel. La acción de eliminación del sistema mucociliar desplaza a la mayoría de este moco y del material particulado depositado hacia la faringe posterior, de donde es deglutido. (3)
De esta manera, la primera defensa en contra los gases tóxicos, materiales antigénicos, y químicamente reactivos, y agentes infecciosos, es la acción altamente eficiente de eliminación mucociliar de las vías respiratoria alta y baja. Pequeñas concentraciones del material inhalado que penetran a la capa muco-ciliar para alcanzar el epitelio basal respiratorio requiere de un procesamiento inmunológico, como ocurre con los agentes infecciosos y antigénicos que alcanzan la región alveolar o de intercambio gaseoso.(3)
Si consideramos que un adulto sano en reposo respira de 5 a 8 litros de aire por ciclo respiratorio, con una frecuencia de 20 ciclos respiratorios por minuto, entonces inhalamos entre 6 a 12 mil litros de aire en 30 mi ciclos respiratorios diariamente, exponiendo a su contenido en un área de 100 m2 de superficie respiratoria; cada litro de aire contiene generalmente 100 mil partículas finas y ultrafinas por cm3, esto origina potencialmente una dosis de partículas a la vía respiratoria que es mayor a 1012 por dia, aproximadamente el 25% de estas partículas alcanzan la región de intercambio gaseoso que son aproximadamente distribuidos en 5 x 108 alveolos (aproximadamente 400 millones de alveolos); muchas de estas partículas que rebasan los mecanismos de eliminación mucociliar, requieren algún tipo de desintoxicación célula o procesamiento inmunológico para su eliminación, y el reto para los pulmones es llevar a cabo este proceso de eliminación limitando los potenciales la amplificación de los efectos inflamatorios. (3)
CONTAMINACION
Entendemos como contaminación del aire a la presencia en la atmósfera de partículas que pueden ser sólidas, líquidas o gases en suspensión, en concentraciones, duración y frecuencia, que afectan adversamente la salud de los seres humanos.
Los contaminantes atmosféricos son una mezcla de aerosoles, partículas y gases que provienen de diversas fuentes antropogénicas (generadas por el hombre) vgr. combustión de energéticos fósiles, polvos, bio-aerosoles, fibras, nano partículas, productos de la combustión orgánicos e inorgánicos, hasta los clásicos contaminantes atmosféricos que son el material particulado y los gases oxidativos; o de origen natural, como los contaminantes (re-suspensión de tierra), con modificaciones físico-químicas en la atmosfera. Pueden clasificarse de acuerdo a su fuente de origen, composición química, tamaño y forma de liberarse en el medio ambiente (5) (tabla 1)